domingo, 26 de octubre de 2014

24/10/2014 "The Pillow Book"

The Pillow Book (cuyo título hace referencia a la costumbre japonesa de guardar en las almohadas, que eran de cerámica o de madera huecas, los diarios íntimos) es una película dirigida por Peter Greenaway en la que Nagiko -narradora y protagonista- va contando su proceso de aprendizaje. Proceso que se simboliza en el paso de ser soporte de escritura a convertirse ella misma en pincel; y que tiene, como etapas intermedias, el conocimiento del amor, de la muerte y de la venganza.
Esta película nos ha enseñado que no todo hay que hacerlo sobre un lienzo o una hoja de papel. Sino que nuestro propio cuerpo sirve como soporte para expresarse de la misma forma. Podemos ser el soporte, el pincel, o ambos a la vez, todo depende de lo que queramos hacer y experimentar con nuevas técnicas.
A mí, personalmente, me gusta mucho la idea, nunca lo he intentado, pero no lo descarto para un futuro.
Las propias curvas del cuerpo y la anatomía ayudan a la obra, dependiendo si sea algo literario o pictórico, lo que le aportan más vida.
A veces la mejor forma de expresarse es por la escritura o la pintura, cuando las palabras dichas no pueden expresar lo que sentimos, ¿Y qué mejor lienzo o papel para plasmarlo que uno mismo?
"Yo no digo todo, mas pinto todo". "Yo no pinto lo que veo, pinto lo que pienso" Pablo R. Picasso.



Escena de la película The Pillow Book













Pinturas de Gesine Marwedel










En la próxima clase hablaremos sobre la caligrafía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario